jueves, 21 de julio de 2011

AZUL

El médico me la dió ... asi tan pequeñita... mi hija... mi niña... mi sueño...
Y yo que esperaba un niño, me vi llorando su presencia emocionado... mi niña... era niña mi amor... siempre habia soñado con tener una niñita... porque yo quería que sea niña... aunque ya habia aceptado que no lo era según las ecografías...
mi mente gritaba: NENA! NENA! TENGO UNA NENA!!! y con ella en brazos, la acerqué a mi mujer, que también lloraba de alegría y de emoción... nuestra niñita... mi nena, mi nena... la nena de papá...
Juli la tomó en sus brazos como si jamás hubiese pasado por el trabajo de parto, lúcida, hermosa, reluciente... sonriendo... sin dolores ni esfuerzos... sonriendo en paz... la miraba ... fijaba la mirada en nuestra hijita de una forma tan tierna como nunca antes había conocido en ella...
Todavia había mas ternura en esa mujer que amo... todavía había mas amor del que me daba... y yo que creía ser el dueño de todo eso... veia en su rostro que no, que todavia habia mas, mucho mas... y que su sonrisa todavia podia ser mas bella...
El corazón se me salía del pecho... mias... mias las dos.
Cuando salí de la sala, y vi a mi familia y amigos, lloré mucho, sonriendo, grité como un loco... ES UNA NENA, ES UNA NENA!!!!!! todos me abrazaron, me felicitaron y rieron conmigo...
mi hermana con globos celestes en la mano, mi sobrina con un peluche azul... jajaa todo tan gracioso...
Tan feliz.
Tan feliz.
Tan feliz.

Luego las llevaron al cuarto, y sin despegarme de ellas, me propuse no dormir tan solo para verlas, como un centinela.
Sentado en un sillón junto a mis amores, comencé a soñar... en el futuro, con mi hijita, con mi mujer, con esta familia que formamos, MI FAMILIA... que hermoso suena decir eso... tanto que lo soñé... tanto que lo necesité... ya lo tengo.
Bajé unos minutos mientras los médicos hacian las revisaciones de rutina, y en la entrada de la clínica vi un pequeño kiosco, colmado de peluches, regalos y adornos para la puerta de las habitaciones. Elegí los mas hermosos, todo rosa, mucho rosa, muchos moños y flores, hadas y tules... para mis dos mujeres, mis dos amores. Volví y llené el cuarto de flores y peluches, de globos y hadas... todo para mi niña, para mi esposa, para la feminidad que de ahora en mas me acompañaría ...
La beba quietita, solo dormía... tan frágil, tan pequeñita...
Me acerqué a su cunita, y apoyé mi frente sobre su cuerpito... suavemente... como durmiendo junto a ella... hijita... te amo tanto.
Juli se fue quedando dormida... igual que la beba.
Su pelo brillaba y su piel estaba rozagante. Ya sos mamá Juli, pensé... y ya soy papá.
Y como me habia propuesto ser el centinela que las cuide, me acomodé en el sillón asi como también en mis pensamientos. Fueron apareciendo mi madre... mi padre... todos aquellos que en ese momento me hacian tanta falta... recordé mi vida, la voces de mis padres... imaginé a mi hija con ellos... imaginé lo felices que serían de verla... soñé y soñé... y en mis pensamientos volé.
No supe cuántas horas habían pasado... solo pude reaccionar ante la voz de Juliana que me decía: AZUL, llamémosla AZUL.
Y cuando pregunté por qué Azul, me dijo: Porque significa "cielo sin nubes".
Acepté inmediatamente... porque eso era... Un cielo sin nubes... al fin.


miércoles, 6 de julio de 2011

SORPRESA


Corrí como un loco, cargando bolso, a mi mujer dolorida, muerto de miedo e inseguro, confiando en todo lo que habíamos aprendido en el curso post parto, temblando, la sujeté fuertemente, la cargué en mis brazos con una fuerza desconocida para mi y con ella en brazos ingresé a la clínica.
La guardia médica fue abriéndose paso ante mis pedidos de ayuda, mi mujer estaba en trabajo de parto. Inmediatamente apareció una camilla y la trasladaron a una sala continua.
Valientemente Juliana sonreía pidiéndome que me tranquilice. Me sentí un idiota jaja mi mujer dolorida pidiéndome que me tranquilice...super avergonzado sonreí.
Había llegado la hora... mi hijo nacería !!
De a poco fueron llegando los familiares ansiosos para acompañarnos. Mi hermano fue el primero, me envolvió en su abrazo y fue ahí cuando comencé a llorar, de alegría.
El abrazo de mi hermano que tantas veces había sido para contenerme en mis penas, se convertía en ese momento en un abrazo de felicidad.
Por momentos me invadía un terror también desconocido, perder a mi mujer, perder a mi hijo... sentía escalofríos y cada segundo era infinito.
En pocos minutos, me entraron a la sala de partos, me vistieron con ropas celestes esterilizadas, barbijo y me llevaron junto a mi mujer que gritaba dolorida.
Vamos Papá! me dijo una enfermera viendo mi cara de pánico.
Juli estaba estoica, sudando, cumpliendo al pie todo lo aprendido en el curso post parto. Respiraba perfecto, pujaba perfecto, contaba las respiraciones, etc, y yo en cambio temblaba y solo podía decirle: vos podes mi amor, fuerza, vamos que viene Sebastián, mientras apretaba su mano como pariendo yo también. Que nervios.
Pasaban los minutos eternos, y en cada puja mi mujer parecía desarmarse del dolor... sentí tanta impotencia, tanto miedo...
Comencé a rezar casi por impulso... Dios Mío... Dios mío... padre nuestro que estas en el Cielo... y desesperado embargado por un silencio y un nerviosismo jamás vivido, cerré los ojos. Recordé a mis padres, y a ellos encomendé a mis amores, les pedí que intercedan... Dale viejita... no me dejes en este momento, ayudanos...
De pronto el silencio... Juliana no decía nada y tomando envión pujó silenciosamente, valiente y soberana... hasta que nació el fruto de su vientre, nunca mas adecuado ese término...
Cayó como desmayada sobre la camilla... y en ese momento no supe si ver a mi hijo o a mi mujer... fui hacia mi mujer y besé su boca... le acaricié la frente sonriendo, llorando y agradeciéndole... "gracias mi amor, fuiste muy valiente... te amo".
El llantito coronó ese momento que si bien duró segundos, fue lo mas hermoso que vivi en mi vida.
El médico sonriendo nos miró y me dijo: Felicidades Papá, ES UNA NIÑA jajajajajajajajajajaja (mi risa) continuará... :D