Es tan fuerte... tan sincero y único.
Esta es la primera vez que amo, aunque creí que nunca volvería a amar... me siento nuevo.
Renací y hoy puedo escribir esta carta :
Mi amor, Mi reina:
Bendigo el día que cruzaste tus ojitos con los mios, que pude tocarte por primera vez y que pude consolar tus lágrimas aquella tarde.
Mi amor... el tiempo me une mas a vos.
Se hace mas fuerte este lazo indestructible en donde vos tejés a diario hilos de seda y perfume, con tu suavidad, con tu dulzura y tu buen amor.
Te necesitaba tanto cuando no te tenía... estaba tan solo.
Y no solo viniste a cambiar mi vida, sino que trajiste contigo la razón de mi felicidad para siempre, un hijo nuestro.
Hoy pudimos ver a Sebastián y lloramos abrazados de felicidad plena... jamás me sentí igual.
Alejandro Sebastián quisiste llamarlo en honor a mi, como si fuesen pocos los honores que ya me brindaste mi amor.
Te lo agradeceré con mi vida, dia a dia, haciéndote feliz con la promesa eterna de fidelidad y compromiso, por tu belleza, que traspasa el cuerpo, por este bienestar que me dá tenerte conmigo. Por nuestro hijo, porque el verá a través de tus ojos.
Te amo mi reina, con toda mi alma, con este espíritu nuevo, con el Alma virgen para vos.
Te espero Sebastián, con la impaciencia del abrazo y el beso.
Y me arrodillo ante mi padre, para rogarle que al menos me dé algo de su presencia, para poder dejarle a mi hijo lo que el me ha dejado.
Te espero Sebastián, y beso a tu madre para que te lleguen mis besos.
Hijo mío, vos me hiciste nuevo en el amor. Nada se compara a esta locura que vivo con solo pensarte, un paraíso dentro mio, el éxtasis del sueño realizado.
Gracias Juliana, gracias mi amor.
Me inclino ante tu presencia, y beso tus pies adorados, que Dios te Bendiga siempre.
