martes, 26 de abril de 2011

FELIZ


A medida que pasan los meses y mi hijo continúa creciendo, recapacito y maduro.
Mi mujer se ha convertido en mi centro de atención, giro a su alrededor, y nuestro hijo nos une de una forma indestructible. El bebé, va dejando de ser una panza, para convertirse en esa personita que pronto llegará y a quien puedo imaginar.
Ansioso espero. MI HIJO! Dios! cuánto soñé ese título.
Sebastián arranca mis mejores sueños, y mis mas nobles proyectos. Lo espero tanto.
Amo a mi esposa, y soy muy feliz.
Sin pasado, sin mas presente que el de mi familia, esquivando la mala onda, que me traspasa como un fantasma. Soy feliz y nada mas importa.
Dios ha hecho justicia, y tengo lo que tanto anhelé.
Ya casi te tengo en mis brazos hijito, ya falta poco.
Muy poco para abrazarte fuerte y decirte al oído cuánto te amo, cuánto te esperé y te soñé.
Bendigo el momento en que esta hermosa mujer se acercó a mi, porque en ella está mi felicidad.
La amo, con mi vida.
Como nunca antes amé.
Y ella me ama, me cuida y protege a nuestro hijo.
No puedo pedirle mas a la vida, solo agradezco...
Y a veces también rezo, por las almas en pena, para que algún día sean tan felices como yo.